Dossier:
Marketing para Emprendedores y Profesionales.
Entrega Nro.
1
Por María Soledad Gonzalez Alemán
¿Cómo crear
ideas?
Todo
profesional necesita saber vender.
Todo
empresario primero fue un vendedor exitoso.
Partiremos haciendo algunas
salvedades respecto al
origen de las ideas. La más importante es que todos tenemos la capacidad de
generar nuevos pensamientos. No existen personas con cualidades sobrenaturales para la producción
de ideas; habrá algún
que otro cerebro superdotado pero no es lo común. Se trata de entrenar la mente
y el espíritu emprendedor, para estar abierto, receptivo y dispuesto a abrir la
cabeza. Comencemos entonces a generar el suelo propicio para la creación.
No se necesita de
ninguna formación profesional para ser capaz de generar ideas, no existe la carrera
de “producción de ideas”,
no se requiere ningún aval ni permiso especial para ser creativo. Tampoco es
algo que esté reservado con exclusividad para personas jóvenes o adultas, las
ideas pueden crearse desde edades tempranas y hasta el fin de nuestros días. La
condición fundamental es entrenar la
mente para que esté
despabilada, predispuesta y sedienta de nuevos pensamientos. Cuando la sed de
desafíos vive adentro de uno la vida, deja de ser un camino para convertirse en un gran viaje.
La producción de ideas
depende del potencial creativo de cada
uno, el cual crece sólo si creemos en la necesidad de su existencia. La creatividad es la madre de las acciones y
pensamientos que se destacan, por eso es lo que se necesita activar para ser el
inventor de nuevos proyectos, negocios y hábitos.
La creatividad no sólo
debe pensarse para el terreno del arte o del trabajo, también puede aplicarse
para enriquecer la vida cotidiana en todos sus aspectos: cómo disponer mejor los muebles de la
casa, qué colores elegir para vestirnos, o la preferencia de peinados,
maquillaje, accesorios, etc. La creatividad se parece más a un modo de vida que
a un condimento para usar de vez en cuando.
Si sos creativo te
destacás, y eso te
va a servir para cualquier situación, sea en una entrevista laboral, en una charla con
amigos, en una conversación amorosa, y hasta en una discusión. La creatividad
abre puertas a nuevos argumentos, a formas más originales de exponer pensamientos,
permite la elección de caminos más
efectivos para influir sobre los demás. Una de las cualidades de los líderes carismáticos es
su potencial creativo;
siempre sorprenden, seducen con sus explicaciones y acciones. Crean justamente una
manera sin igual, por eso son seguidos: son poseedores de un
perfil que tiene la capacidad de cautivar a la mayoría.
La creatividad se ejercita, por eso es que
cualquiera puede ponerla en acción y aplicarla a sus desafíos personales. Por ejemplo, si quiero poner en marcha un emprendimiento
profesional o un negocio propio necesito resolver muchísimas cuestiones, que tienen que ver con
el objetivo, definición del servicio, la determinación del potencial cliente,
las formas de vender el servicio, la elección de los mejores argumentos. Es
necesario armar un plan, pensar la estrategia para lograr que mi idea se convierta
en un proyecto que luego cobre vida y se transforme en una nueva propuesta en
el mercado.
Es una condición para el armado del plan de acción tener una mente creativa, porque es lo que va a
permitir la visualización y desarrollo de cada una de las aristas del negocio.
La creatividad condicionará la capacidad de comunicación del proyecto.
Actualmente, en el mundo de los negocios ya no importan tanto las cualidades
del producto o servicio, nadie compra por las propiedades intrínsecas del
objeto; la venta efectiva es la que pone el ojo en la comunicación, en la
relación que se establece con el posible cliente.
Por esta razón es que
dos personas diferentes vendiendo el mismo producto o servicio obtienen
resultados distintos. La oferta es la misma: lo que cambia es quien lleva adelante la comunicación,
eso quiere decir que en la manera de venderlo hay una clave fundamental.
El ser creativo busca
sorprender con cada uno de sus pasos, no quiere que lo vean como a uno más; se las rebusca para
brillar y que todos los miren. Logra credibilidad, porta un discurso verosímil,
por eso si se trata de un negocio hay grandes chances de que las ventajas sean muy buenas.
Si vendo algo y lo muestro como algo más del montón, ningún aspecto del producto o servicio se
va a destacar, entonces será una mancha más del tigre del mercado. En cambio, si a lo que vendo logro
crearle una diferencia radical respecto de la competencia, y a eso le sumo una
modalidad creativa de venta,
entonces habrá más posibilidades de posicionar el negocio.
En el botiquín del ser creativo básicamente hay
ocho elementos:
Curiosidad: el ser creativo tiene curiosidad por los detalles, tiene sus garras
afiladas para hurgar por los rincones más insólitos. Tiene sed de originalidad,
sabe que el mejor negocio está en el mismo camino que todos recorren, pero que
la condición para identificarlo es no perder nunca la capacidad de asombro.
Humor: la clave es no perderse en los eventos. Tomar distancia de las
situaciones, despojarlas del manto dramático con el que suelen vestirlas los
medios de comunicación y la sociedad de mercado. Tener sentido del humor no
significa reírse de todo, sino tener la capacidad de mirar en perspectiva lo
que sucede alrededor y encontrar oportunidades donde la mayoría ve amenazas.
Mirada periférica: el ser creativo percibe todo lo que se
despierta en su entorno. Mientras mira el frente, sus sentidos se concentran en los laterales y detrás.
Foco, rapidez y percepción abierta para captar las oportunidades y las amenazas
que surjan desde cualquier ángulo.
Sentidos despiertos: todos los sentidos funcionan como sensores,
son cosechadores de información, responsables de captar las señales del
entorno. Ser consientes de que esos canales deben estar abiertos es la manera
de tener más momentos de buenas ideas, de inundarse de pensamientos creativos y
de bucear en nichos poco explorados.
Birome y papel (tablet o similares dispositivos
digitales): el ser creativo
siempre lleva encima birome y papel, porque nunca se sabe cuándo va a surgir alguna idea que
deba ser retenida para luego procesarla.
Lecturas variadas: hay que conocer un poco de todo. Ninguna información
está demás. Leer enriquece el costado creativo del ser humano, es la llave de
la imaginación, es la forma de introducirse en otros mundos. La lectura prepara
el terreno para la creación de nuevas formas, porque fertiliza el suelo sobre
el que crecen los proyectos más fructíferos.
“Leer da sueños”
Descanso y relax: es un error creer que el descanso es una pérdida
de tiempo. El ser creativo necesita momentos de distención y meditación. Se
trata de vaciar la mente para dejarle lugar a las buenas ideas y renovar el
recipiente innovador.
Entusiasmo y optimismo: las ganas de encontrar nuevos caminos y
explorarlos es una cualidad del ser creativo, todo emprendimiento personal
necesita entusiasmo y un espíritu positivo.
Estos elementos abonan el terreno en el que crecerán nuevas ideas. Primero se
imaginan, luego se las piensa y se analiza desde distintas perspectivas y, finalmente, se ponen en acción.
Cada una de las facetas puede durar poco o mucho tiempo. Lo importante es tener en cuenta que sin
una mente abierta, creativa y receptiva se dificulta el nacimiento de nuevos
pensamientos.
La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Pablo Picasso
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